Con un Lionel Messi errático e irreconocible, la Selección de Argentina, a priori candidata a campeona, cayó ante su similar de Arabia Saudí 1-2 en su primera actuación en el Mundial Qatar 2022, lo que representa la más grande sorpresa en la historia de las copas del mundo.
El primer gol de Messi, vía penalti en el primer tiempo, fue repelido por los saudíes que en cuestión de 10 minutos marcaron dos tantos (48 y 53) que le dieron una ventaja que conservaron cuando el árbitro pitó el final del encuentro.
Conforme pasaban los minutos creció la ansiedad de la albiceleste. Messi, estéril en la creación de juego y un tren delantero argentino irreconocible nada pudieron hacer ante una Arabia Saudí, dirigida por el francés Hervé Renard, que supo armar un bloque casi infranqueable con el que resistir el marcador.
También hay que mencionar que los dirigidos por Lionel Scaloni sufrieron en total tres goles anulados por posición adelantada en un lapso corto de 14 minutos de la primera mitad. En todas ellas intervino el sistema de videoarbitraje VAR para decretar la ilegalidad del tanto.
El Mundial de Qatar 2022 cuenta con lo último en herramientas tecnológicas a disposición y el offside semiautomático es una de ellas.
En Qatar 2022 la Argentina de Messi volvió a ser mortal
Tuvieron que pasar tres años y cuatro meses para volver a ver una derrota de Argentina. Desde julio de 2019 ante Brasil en la Copa América 2019 los sudamericanos no caían en un choque. El apellido del entrenador Lionel Scaloni y su buen trabajo a cargo de la albiceleste tomó forma con un apodo del buen rendimiento de la Selección: “Scaloneta”.
Desde 2019, el seleccionado argentino acumuló 5 victorias y 11 empates. Había ganado ocho de sus últimos nueve encuentros, los cinco más recientes sin un solo gol en contra, con 19 a favor, tres de ellos precisamente a Italia en la ‘Finalissima’ del 1 de junio, hasta que, de repente, cinco minutos y dos goles lo cambiaron todo para Argentina. Arabia Saudí acabó, sorpresivamente, con ese invicto.
Favorita a quedarse con el máximo trofeo, la Selección de Argentina ahora está obligada a ganarle a México y Polonia, a primera vista los dos rivales más fuertes del Grupo C; este batacazo no es aislado y la llave se convierte en una “de la muerte”.
