Con el proyecto de ley SB 107, el gobernador Gavin Newsom, está haciendo todo lo posible por dañar la infancia de los niños promoviendo al estado como santuario de la medicina transgénero, haciendo que incluso puedan comenzar los tratamientos para cambiar su género sin tener el consentimiento de sus padres o si su estado residencial les prohíbe la transición.
Asimismo proveen de una “jurisdicción temporal de emergencia” sobre los menores de otros estados que buscan medicamentos, cirugías o atención mental trans.
Según el Consejo de la Familia de California, dicha ley estaría usurpando los derechos de los padres de todo el país y así se les permita a los jóvenes tomar sus propias decisiones con respecto a su salud sin saber todo lo que conlleva el procedimiento, siendo la mutilación de los genitales la peor de ellas, algo totalmente irreversible.

«Esto amenaza los derechos de los padres porque cualquier niño que llegue a California, incluso si son traídos aquí por un padre sin custodia, los tribunales aquí en California retirarán temporalmente a esos padres de la custodia y comenzarán a hacer la transición del niño sin la aprobación de los padres. Esta es la peor pesadilla de un padre», dijo Greg Burt, director de Capitol Engagement con el Consejo de la Familia de California en Facebook.
El proyecto ya firmado por Newsom, fue presentado por el senador estatal Scott Wiener, como una forma de que “lucha en contra de los ataques brutales a los niños transgénero” en estados que han prohibido radicalmente estos procedimientos, en su mayoría conservadores.
Quienes están en contra de la transición en un niño denuncian que es “abuso infantil” realizarlo en niños tan pequeños que aún no son capaces de comprender realmente lo que sucede con ello, Alabama y Texas son dos de varios estados que luchan actualmente para preservar al diseño original de Dios en la humanidad, sobre todo en los niños.
En el estado de Alabama, la gobernadora Kay Ivey, firmó un proyecto que declara como un delito el que los médicos se presten para este tipo de intervenciones en menores de 19 años, todo bajo la visión del Señor para su creación.
«Si el Buen Dios te hizo niño, eres niño, y si te hizo niña, eres niña. Deberíamos proteger especialmente a nuestros niños de estos medicamentos y cirugías radicales que alteran la vida cuando están en una etapa tan vulnerable de la vida», dijo ella.
En esa misma línea, el gobernador de Texas, Greg Abbott, explicó su estado podía hacer investigaciones con el Departamento de Servicios Familiares y de Protección sobre casos denunciados que involucren menores de edad sometidos a procedimientos de género.
“El SB 107 da un salto al vacío. En realidad, declara que acogerá y protegerá a los secuestradores -incluidos los padres que han sido declarados inestables e incapaces de cuidar a sus hijos- siempre que el adulto que se fugue con el niño diga que lo hace para someterlo a una terapia de hormonas de género o a algún otro cuidado de ‘afirmación de género’», explicó Matthew McReynolds, del Pacific Justice Institute.
Según Newsom, hay leyes que “demonizan a la comunidad transgénero” y por ello la SB-107 “estaría contrarrestándolas”, pero va mucho más allá debido al poder que le otorga decidir por encima de sus padres en cuanto a la sexualidad y la salud de sus hijos.
«El SB 107 pone en peligro a todos los jóvenes de la nación que experimentan disforia de género. Al firmar este proyecto de ley extremo, Gavin Newsom está diciendo a todos los padres del país que él sabe lo que es mejor para sus hijos. Las madres y los padres de todos los estados deberían exigir a sus representantes electos que se opongan a este asalto inconstitucional a los derechos de los padres. Los gobernadores y legisladores deben defender a sus ciudadanos de este gobierno fuera de control en Sacramento», afirmó el presidente del Consejo de la Familia de California, Jonathan Keller.
En días pasados, el mismo gobernador Newsom manipuló la palabra de Dios para justificar el aborto en su estado y así llamar a otras personas a someterse a interrupciones de embarazos sin remordimiento alguno.