La Patrulla Fronteriza de Nuevo México detuvo un automóvil conducido por un niño de 13 años que traficaba a 10 inmigrantes indocumentados.
El adolescente fue detenido el sábado en la localidad de Deming, a unos 40 minutos al norte de la frontera entre Estados Unidos y México.
El automóvil que conducía estaba repleto de personas, incluida una niña no acompañada que viajaba sola.
El niño es ciudadano estadounidense y ha sido entregado a la Policía Estatal de Nuevo México. Los inmigrantes adultos fueron expulsados del país, mientras que la niña fue llevada a un Centro de Procesamiento Central en Texas.
El niño de 13 años, cuya identidad no ha sido revelada, fue uno de los dos adolescentes reclutados por las organizaciones de contrabando de cárteles como conductores. Se cree que apuntan a los adolescentes porque son más difíciles de procesar para las autoridades.
“En dos eventos separados, los agentes frustraron 3 esquemas de contrabando de vehículos que resultaron en la interceptación de 23 migrantes de contrabando de México y Guatemala”, tuiteó la Patrulla Fronteriza.
“Ambos esquemas de contrabando involucraron a conductores adolescentes ciudadanos estadounidenses”, dijo la Patrulla Fronteriza.
Más detalles de la redada que involucra al segundo conductor adolescente y su edad no estuvieron disponibles de inmediato.
Las organizaciones de contrabando atraen a los conductores sin experiencia a través de anuncios en las redes sociales y prometen grandes ganancias en efectivo por el riesgo de conducir inmigrantes indocumentados.
“No salen y dicen que necesitamos un conductor para contrabandear personas. Tendrán una pequeña frase pegadiza, como ‘se busca conductor: envíeme un mensaje directo’.
“Los conductores adolescentes cuando ven eso, es muy tentador? esos montones de dinero”, dijo el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, el teniente Chris Olivarez, al diario New York Post en octubre.
“Además, te van a pagar entre $2,000 y $3,000 dólares por persona, es un negocio muy atractivo”.
Un conductor atrapado en San Antonio el mismo mes dijo que le pagaban $3,000 dólares por inmigrante contrabandeado antes de que lo atraparan.
