Jennifer Hall fue acusada inicialmente de dos cargos de asesinato en primer grado, pero se declaró culpable en abril de reducir los cargos de homicidio involuntario en primer grado por las muertes de Fern Franco, de 75 años, y David Wesley Harper, de 37 años. También se declaró culpable de un cargo de intento de agresión en segundo grado. De tal modo, la exterapeuta de Missouri fue sentenciada a 18 años de prisión.
Franco y Harper estaban entre los nueve pacientes que murieron en el Centro Médico Hedrick en Chillicothe durante varios meses en 2002 en lo que los documentos acusatorios describen como eventos “médicamente sospechosos”.
“Una sentencia de 20 años”, dijo el fiscal del condado de Livingston, Adam Warren. Señaló que Hall eventualmente será elegible para libertad condicional. “Pero por ahora, todos dormimos mejor sabiendo que ella está tras las rejas”, dijo.
Desde diciembre de 2001, cuando Hall comenzó a trabajar en el hospital, hasta que fue puesta en licencia administrativa en mayo siguiente, también hubo 18 paros cardíacos o eventos de “Código Azul”, frente a un promedio de uno un año antes.
El caso se revivió después de que un análisis de las muestras de tejido de Franco encontró morfina y un poderoso relajante muscular utilizado en la anestesia en su sistema. Sus médicos no le recetaron ni ordenaron ningún fármaco, dijeron los investigadores.
Algunos miembros del personal del hospital creían que Hall era responsable debido a su proximidad a los pacientes afectados, su acceso a productos farmacéuticos mortales y porque notificó al personal sobre la emergencia cardíaca de cada paciente, según documentos judiciales.
Hall había negado previamente cualquier participación en las muertes, por lo que las familias de los pacientes que murieron durante el empleo de Hall demandaron más tarde al hospital, desatando una investigación y después, la relación de la mujer con los decesos.
