Uno de los prisioneros que lleva más tiempo detenido en el corredor de la muerte de Florida será ejecutado este jueves por haber cometido dos asesinatos en 1984.
Se trata de Duane Owen, condenado por los asesinatos de Karen Slattery, una estudiante de 14 años que fue abusada sexualmente y luego apuñalada, así como Georgianna Worden, madre de dos hijos que fue atacada con un martillo y también sufrió abuso sexual.
Owen atacó a otras dos mujeres en el condado de Palm Beach que sobrevivieron. Los cuatro ataques ocurrieron justo antes y después del cumpleaños número 23 del acusado.
Previamente, los abogados de Owen presentaron dos apelaciones para suspender la ejecución argumentando problemas mentales graves de su cliente, sin embargo, estas fueron denegadas, según reveló EFE.
Un psicólogo de la defensa testificó a principios de este mes que Owen cree que absorbió las almas de sus víctimas y que aún existen dentro de él. Los abogados además habían argumentado que es esquizofrénico y sufre de delirios.
Por su parte, los fiscales argumentaron que, si bien Owen tiene problemas de salud mental, nada impediría que lo ejecutaran porque sabe que es un castigo por sus crímenes.
De acuerdo con AP, los psiquiatras del estado testificaron que la esquizofrenia de Owen es un acto del que habla cuando lo evalúan, pero por lo demás no muestra signos de la enfermedad.
Tanto el juez Clarence Thomas, de la Corte Suprema de EE.UU., como el juez de distrito del sur de Florida, Rodney Smith, rechazaron el miércoles los recursos presentados por la defensa.
Está previsto que Duane Owen reciba una inyección letal este jueves a las 6 de la tarde en la Prisión Estatal de Florida en Starke y, si esto ocurre, sería la cuarta ejecución en Florida este año y la número 103 desde que en 1976 se restableció la pena capital en Florida, donde actualmente hay casi 300 presos en el “corredor de la muerte”.
