La semana pasada, Aderrien Murry, de 11 años, llamó al 911 para reportar disturbios domésticos y al llegar la policía, recibió un disparo en el pecho que lo tuvo grave en el hospital, por lo que su familia ahora exige justicia.
Según su madre, Nakala Murry, el oficial que llegó a la casa “tenía su arma en la puerta principal y les pidió a los que estaban dentro de la casa que salieran”, de un momento a otro, se escuchó una detonación justo cuando atendía la indicación del policía.
Como consecuencia, el menor fue hospitalizado con un pulmón perforado, varias costillas rotas y el hígado dañado, por fortuna, este jueves fue dado de alta.
En respuesta, Ken Featherstone, el alcalde de Indianola, Mississippi, anunció que darán atención a la investigación: “Van a tener transparencia por parte del ayuntamiento. No hay motivos para ocultar nada”.
Pese a ello, la familia de Aderrien está indignada. No se conforman con la suspensión de empleo y sueldo del policía que disparó al niño, por lo que están organizando una manifestación para exigir que le despidan y sea procesado.
De acuerdo a información dada a conocer por CNN, el incidente fue capturado en un video de la cámara corporal de la policía, por lo el abogado de la familia solicitó el material, pero fue denegada debido a “una investigación en curso”.
En tanto, el Departamento de Policía de Indianola confirmó que el oficial involucrado en el tiroteo se llama Greg Capers, pero no proporcionó detalles adicionales sobre el tiroteo.
Mientras el pasado lunes por la noche, la Junta de Concejales de Indianola votó para colocar a Capers en licencia administrativa paga mientras se investiga el tiroteo, según el abogado de la familia.