Las sustancias tóxicas que se derramaron y fueron quemadas luego, según las autoridades, para evitar un estallido cerca de la localidad de East Palestine (Ohio) por el descarrilamiento de un tren del 3 de febrero tienen nombres que recuerdan a las clases de química en la escuela: cloruro de vinilo, acrilato de butil, isobutileno…
Los científicos conocen bien estos nombres, así como los daños que pueden causar al medio ambiente y a la salud —desde irritación de los ojos y la piel hasta dificultades respiratorias y cáncer—, lo que suscita gran preocupación por la contaminación tras el siniestro.
La quema de esas sustancias tras la catástrofe está complicando una situación ya de por sí tensa que ha desatado temores de daños a la salud de los ciudadanos más allá de esta zona del este de Ohio.
La amenaza de estas sustancias químicas varía. A los residentes de East Palestine se les ha dicho que pueden volver a casa sin peligro, pero muchos siguen teniendo dudas sobre la exposición persistente en el aire, el agua y el suelo, aunque sea a niveles bajos.
Se han identificado cinco sustancias químicas tóxicas en la zona:
- Cloruro de vinilo: este conocido carcinógeno es un gas incoloro e inflamable que se utiliza para producir plástico de cloruro de polivinilo (PVC) para embalaje y productos electrónicos, médicos y de construcción. Los síntomas de intoxicación incluyen somnolencia, desorientación, entumecimiento y hormigueo en las extremidades y náuseas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). El producto químico también puede irritar los ojos y la piel.
- Acrilato de butilo: líquido incoloro de olor fuerte y afrutado que suele utilizarse para fabricar diversos plásticos, polímeros, revestimientos y resinas. Según los CDC, la exposición a esta sustancia química puede causar irritación de los ojos y la piel, erupciones cutáneas y dificultades respiratorias.
- Isobutileno: gas incoloro que se utiliza para fabricar plásticos, materiales de envasado y resinas. La exposición puede provocar síntomas como mareos y dolor de cabeza, pero un manifiesto de carga facilitado a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, en inglés) indica que Norfolk Southern, la empresa que operaba el tren, no observó “ningún signo de infracción” en el vagón que transportaba esta sustancia química.
- Etilenglicol y acrilato de etilhexilo: este último es un líquido incoloro que se utiliza para producir plásticos y polímeros. El etilenglicol es un compuesto sintético utilizado en tintas, pinturas, líquidos de frenos hidráulicos y anticongelantes. Ambos pueden causar irritación de la piel y los ojos, así como dolor de garganta y náuseas con la exposición a altas concentraciones.