Los esposos Uriel Vázquez Sandoval y Angélica Rivera Méndez fueron asesinados a balazos junto con sus pequeños hijos, Abad Uriel e Iker, en el Municipio de Zoquitlán, Puebla, al sur de México.
Sus cuerpos fueron consumidos por las llamas de un incendio en su casa que fue provocado por sus presuntos asesinos, sostienen sus familiares.
El hecho se suscitó la noche del pasado 6 de octubre en la comunidad de Tepexilotla, enclavada en la Sierra Negra, cuando vecinos escucharon detonaciones de arma de fuego y posteriormente atestiguaron el incendio de la vivienda de madera y láminas, cercana al paraje conocido como Dos Caminos.
El ataque, precisaron los familiares, ocurrió previo al sismo de 6.3 grados que se registró el viernes a las 23:06 horas.
“Los mataron y después le prendieron fuego a su casa. Debe de intervenir el Gobierno federal, todos saben lo que está pasando pero no quieren denunciar por miedo”, señalaron.
En un cuarto que la familia utilizaba como cocina refirieron que vecinos descubrieron rastros de sangre y casquillos, por lo que no dudan que se haya tratado de un multihomicidio y no de un accidente.
Los familiares de las víctimas manifestar que existe mucho temor en Tepexilotla debido a la violencia a la que están expuestos los habitantes, desde invasión de propiedades, desaparición de personas y hasta cobro de piso.
Uriel, señalaron, se encontraba amenazado por un hombre debido a un conflicto por el uso de un riachuelo que abastece de agua a varias familias de Tepexilotla.