Mientras los misiles rusos destrozan la ciudad de Avdíivka, Hanna está desesperada por escapar. Sin embargo, su madre se rehúsa a marcharse.
“No puedo dejarla”, nos cuenta Hanna por teléfono. “Ella dice que quiere dormir en su propia cama. Tiene 71 años y sufre de problemas en sus piernas. Si se queda sola, no puede ir a buscar agua o leña para la calefacción”.
Atrincheradas precariamente en un departamento en un quinto piso, viviendo bajo bombardeos aéreos casi constantes, ellas están entre los últimos residentes que quedan en Avdíivka.
Esta ciudad, estratégicamente importante y ferozmente disputada, está justo en la línea de combate en el este de Ucrania.
La mayoría de la gente ha huido. Aquí ha habido escaramuzas desde 2014, pero desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, la población se ha reducido de 30.000 habitantes a poco más de 1.000.
Rusia lanzó una gran ofensiva contra la ciudad a principios de mes, y los enfrentamientos se han intensificado en días recientes.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, describió la situación como “particularmente dura”.
“Por todos lados las ventanas y las puertas están rotas”, dice Hanna. “Con los ataques que hay cotidianamente, es difícil arreglarlas porque se vuelven a romper cada día”.
La ciudad es descrita, en ocasiones, como la puerta de entrada a la ciudad de Donetsk, que ha estado ocupada por Rusia y sus fuerzas aliadas desde 2014.
Tomar Avdíivka –que se encuentra cerca- les permitiría a las tropas rusas hacer retroceder el frente de combate, y esto haría que resulte más difícil para las fuerzas ucranianas retomar el territorio.
Puntos de Invencibilidad
Aventurarse a visitar la última tienda que queda en la ciudad significa poner el destino de tu vida en tus propias manos, dice Hanna.
“No hay lugares donde te puedas esconder si hay un ataque… si escuchas un silbato, no tienes tiempo suficiente como para esconderte en un lugar seguro”.
Desde entonces, la tienda ha sido destruida.
Los residentes de Avdíivka dependen ahora aun más de un centro conocido como “Punto de Invencibilidad”. Estos puntos de ayuda construidos por el gobierno y distribuidos por todo el país, fueron diseñados para brindar comida, calor, electricidad y refugio.
Y, para algunos en Avdíivka, el Punto de Invencibilidad es ahora su hogar.
Maryna, una enfermera de unos 40 años, es voluntaria en este centro y se mudó allí después de que las puertas y ventanas de su casa quedaran destruidas tras un ataque.