Las autoridades de Maine que investigan el tiroteo masivo ocurrido la semana pasada en Lewiston dieron a conocer evidencia que sugiere que Robert Card, quien mató a 18 personas en una bolera y un bar, pudo haber atacado intencionalmente a personas en esos lugares.
La Policía Estatal de Maine y el Departamento de Seguridad Pública de Maine publicaron una gran cantidad de documentos sobre Card, incluidas órdenes de registro, declaraciones juradas, antecedentes penales y más, que arrojan luz sobre un posible motivo para perpetrar el tiroteo en el Schemengees Bar and Grille y la bolera Just In Time el pasado 25 de octubre.
En una de las declaraciones brindada por una mujer después del ataque, dijo que el agresor creía que la bolera y el bar, así como varios otros negocios, estaban “transmitiendo en línea que Robert era un pedófilo”.
En los documentos a los que tuvo acceso Fox News, el hijo de Card le dijo a la policía que la idea acerca de que extraños lo llamaran pedófilo era un problema constante. En una ocasión, dijo el hijo, su padre se enojó mucho con él y lo acusó de decir cosas a sus espaldas.
Conocía a gente en ambos lugares
Otro testigo entrevistado por la policía dijo que Card mencionó específicamente a Joey Walker, el gerente de Schemengees Bar and Grille, como una de las personas que pensaba que lo había menospreciado.
El mismo testigo, cuyo nombre fue omitido, le dijo a la policía que anteriormente había ido con Card tanto a la bolera como al bar, y que el agresor conocía a gente en ambos lugares.
También detalló cómo pudieron haber comenzado las acusaciones de pedofilia, pues la novia de Card tenía dos hijas pequeñas a las que él llevaba a comer a Schemengees, “y de ahí surgió la cosa pedófila en la cabeza de Robert, ya que Robert estaba allí con las dos hijas (de su novia) en ocasiones, y sentía que la gente lo estaba mirando”.
Robert experimentó un incidente similar durante el verano cuando acusó a otros miembros de su unidad de Reservas del Ejército de llamarlo pedófilo. El caso llevó a los oficiales militares a someterlo a una evaluación de salud mental.
De acuerdo con los documentos, miembros de la unidad se preocuparon luego de que Card amenazó con “disparar” las instalaciones, y que estuviera teniendo “episodios psicóticos en los que escucha voces que lo insultan llamándolo pedófilo”.