En mayo, el gobernador de Florida Ron Desantis promulgó el proyecto de ley SB 1718, una legislación antiinmigrante que ha causado pánico e incertidumbre en la comunidad inmigrante del estado. La ley, que entró en vigor el 1 de julio de este año, podría dañar no solo a los inmigrantes indocumentados en el estado, sino también a la economía de Florida.
La SB 1718 impone multas severas a las empresas con más de 25 empleados si no usan E-Verify, en un intento para tomar medidas enérgicas contra las empresas que contratan trabajadores indocumentados. Además, proporciona fondos adicionales para el controversial ?Programa de Transporte de Extranjeros No Autorizados? del estado, que infamemente trasladó en avión a solicitantes de asilo de Texas a Martha?s Vineyard bajo falsos pretextos. La ley incluso invalida ciertas licencias de conducir de otros estados y criminaliza cruzar las fronteras estatales hacia Florida con un familiar indocumentado como ?tráfico de personas?. No es ninguna sorpresa entonces que el ambiente de miedo fomentado por esta ley haya causado a algunos inmigrantes a abandonar el estado por completo.
También hay muchas industrias en las que los inmigrantes indocumentados están sobrerrepresentados y forman una gran parte de la fuerza laboral. Estas industrias probablemente enfrentarían grandes desafíos, incluida la escasez de trabajadores, si a los trabajadores indocumentados se les impidiera de repente hacer sus trabajos, lo cual afectaría a todos los estadounidenses. El Florida Policy Institute estima que sin los trabajadores indocumentados, las industrias del estado que requieren mucha mano de obra perderían el 10 por ciento de su fuerza laboral. La pérdida de estos sueldos podría provocar una caída de $12,600 millones en el producto interno bruto (PIB) de la Florida en tan sólo un año (alrededor del 1,1%) y, a su vez, reducir los ingresos fiscales a nivel estatal y local. No es difícil imaginar que esto se convierta en realidad. Tras la aprobación del proyecto de ley antiinmigrante, videos virales han mostrado sitios agrícolas y de construcción casi desolados.
La realidad es que los inmigrantes indocumentados juegan un papel crucial en la fuerza laboral. Los ataques a las comunidades de inmigrantes sólo perjudicará a los Estados Unidos. Si los legisladores enfocaran su atención en realmente arreglar nuestro sistema de inmigración roto, podrían estimular la economía. Nuestra investigación muestra que ofrecer un camino a la ciudadanía para todos los inmigrantes indocumentados en los EE. UU. aumentaría el PIB en $1,7 billones a lo largo de 10 años, crearía 438.800 nuevos empleos y aumentaría los salarios de todos los trabajadores de los EE. UU., pese al estatus migratorio. Deberíamos fortalecer la economía, arreglar el sistema de inmigración defectuoso y honrar las contribuciones de los inmigrantes indocumentados, en vez de debilitar nuestra economía usando innecesariamente a los trabajadores inmigrantes como chivos expiatorios.