Dos pequeños niños cristianos sorprendieron al acreditarle a Jesús su maniobra de rescate que utilizaron para salvar a su padre de ahogarse en una piscina.
Justo en la celebración del día del Padre, Brad Hassig estaba disfrutando con sus hijos dentro de una piscina, Bridon y Christian, los niños, habían invitado a su amigo Sam Ebert, y aprovechó ese momento para relajarse sin saber que ese pequeño acto pondría en riesgo su vida.
“Me gusta hacer ejercicios de respiración. Es tranquilo y relajante. Me encanta estar bajo el agua; algo que hago todo el tiempo. Oro cuando hago esto. Es una especie de meditación… No recuerdo haberlo terminado”, contó él.
Sus hijos en ese momento supieron que algo no andaba bien cuando su padre se empezó a poner azul y temblaba mucho hasta que dejó de moverse.
“Por lo general, se sienta como si estuviera meditando. Pude ver que estaba temblando mucho y luego simplemente se tumbó de lado. Como tenía puestas las gafas, pude ver que su rostro se estaba poniendo de color azul muy claro. Le dije a Bridon: ‘Papá no está bien’”, dijo Bridon.
Entonces ellos saltaron a rescatarlo con maniobras muy astutas para unos niños tan pequeños, «Sam y yo nos sumergimos en el agua y yo tomé un hombro y él tomo el otro. Simplemente lo arrastramos hasta los escalones”, contó el niño.
Y como no respondía, Christian fue por ayuda mientras Bridon le dio RCP y respiración boca a boca su padre.
“Primero le di un poco de RCP y luego comencé a darle boca a boca y luego comenzó a vomitar espuma, agua salada y sangre”, detalló Bridon.
“Fue como si me hubieran golpeado de costado. Cuando volví en mí, estaba tosiendo sangre y agua, luchando por respirar y había gente por todas partes. Mi único hijo gritaba: ‘¡Papá, papá, vuelve!’”, contó su padre.
De inmediato fue llevado a emergencias del Centro Médico Grandview y por 24 horas estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardíacos, las emociones que tenía Brad estaban revueltas de saber que sus propios hijos le salvaron la vida.
“Quiero decir que las emociones te abruman porque tus hijos te salvaron la vida”, dijo Brad reconociendo que la mano de Dios estuvo con él en todo ese tiempo difícil.
“No hay forma física de que deberían haber podido hacer lo que hicieron. No habían tenido el entrenamiento para hacer lo que hicieron, actuar tan rápido, correr tan rápido, tan lejos, saber señalar a alguien para que llame al 911 mientras el otro te está haciendo RCP. Quiero decir, es una cosa de Dios. La mano de Dios estaba por todas partes”, confesó.
Su hijo Bridon fue el primero en hablar tras la recuperación de su padre, y explicó que una voz sobrenatural le dijo que salvara a su padre, sabía que no era nadie de su familia y automáticamente supo que fue Jesús.
«Me sentí como una voz, porque no eran ellos ni Sam. Sentí como una voz en mi cabeza, ‘Salva a tu papá’. Jesús puso una mano en nuestro hombro y nos guió durante toda la parte”, contó.