Poco más de una semana después de que la Junta de Educación de Virginia anunciara nuevas pautas que afectan a los estudiantes transgénero, las partes interesadas tuvieron la oportunidad de dirigirse a la junta por primera vez.
“Es hora de cumplir nuestra promesa de permanecer unidos como una nación bajo Dios contra los ataques y las ideologías de un enemigo que busca dividir a nuestras familias y nuestra nación”, dijo el pastor Zach Ritz durante un comentario público.
Las nuevas políticas impiden que los maestros llamen a un estudiante transgénero por su nombre o pronombres preferidos a menos que reciban el permiso de los padres. Además, requiere que los estudiantes jueguen en equipos deportivos y usen instalaciones de acuerdo con su sexo asignado al nacer, no con su identidad de género.
“El resultado de esta política serán niños sin hogar y muertos”, dijo un padre a la junta.
Muchos elogiaron la decisión del Departamento de Educación como una victoria para los derechos de los padres.
“La Constitución de Virginia deja muy claro que la separación de los estudiantes por sexo no es discriminación porque existen diferencias biológicas”, dijo Tyson Langhofer, asesor general de Alliance for Defending Freedom. “Hay buenas razones por las que nuestras escuelas quieren proteger la privacidad y la dignidad de los estudiantes”.
Mientras tanto, varios estudiantes transgénero estaban preocupados por parte de la nueva ley, que impide que los maestros oculten información a los padres sobre la identidad de género de un estudiante. Estos estudiantes se dirigieron a la junta, afirmando que la ley llevaría a los maestros a sacar a los estudiantes a los padres que no los aceptan.
“Parecen conversaciones muy tensas”, dijo Katrina Van Orden, quien se identifica como transgénero. “Parece que tratas de defenderte y te gritan constantemente. Parece que se ha revocado todo el teléfono y el acceso a Internet. No puedes hablar con nadie, tus amigos. No puedes pasar el rato fuera de la escuela”.
